viernes, 26 de agosto de 2016

Blogueros Expertos

La cuestión es creerse genio y acertar. Julio Cortázar
Seguro que a algunos ya les suena, pero para los que no voy a descubrirles un (triste) tipo de ser humano, “el experto”. Dice ser de aquel que sabe absolutamente todo, TODO, sobre todo como si hubiera sido tocado por algún don bíblico que los otorgara la omnisciencia. No creo que haga falta más para entender ese mal que no conoce fronteras ni banderas, es universal y nace de la más pura arrogancia humana aunque hoy, para suavizar, lo llamen “cuñadismo” (Porque para eso la gente es única y enseguida se presta a la chanza con cualquier cosa, por grave que esta sea).
Lo bueno de estos (si, algo bueno tienen por mucho que cueste creerlo) es que no ponen razones más allá del clásico “lo sabré yo” tras el que muchos se sienten Jasón al encontrar el vellocino dorado pues han encontrado algo incluso más valioso, fuerzas para no preguntar “¿y lo sabes por…?” evitando así líos mayores. Sin embargo, hay una subespecie de estos neo-sofistas que se creen mejores que los demás. (Auto)Elevados por las excusas, a cada cuál más pobre que esgrimen como armas para azuzar al ‘no iluminado’, merced, entre otras, pero sobre todo, de su experiencia. ¡Oh, bendito empirismo que no está corrompido por el prisma personal de estos sujetos! Que cuales profetas del verdadero dios (no otro que ellos mismos. Será que con la crisis hay que recortar personal y uno debe hacer a la vez de las dos figuras básicas de las grandes religiones monoteístas) que vienen a imponer su opinión, única válida por, como se juraba antes, “Su divina gracia”. Generadores de opinión, se hacen llamar, los muy arrogantes. Como si la gente no tuviera cerebro como ellos para pensar y formarse su propia opinión… Bueno, según ellos no, y aquel que ose rebatirle será considerado hereje. Perseguido, como si de una película se tratase, al grito de: ¡Ha dicho jehová!, o sea, ¡Tiene pensamiento propio!
Pero ¿Es por decreto divino? ¡No! Ellos son los más democráticos del mundo (mundial) y no hay nada más democrático que desdeñar al de enfrente al tiempo que se lo sepulta… gritando más alto, claro (¿Alguien había pensado, acaso, en dar unos argumentos mejores? Si es así, bienvenido al bosque, ya eres de los nuestros, estás más perdido que un elfo en Mordor). Da igual que el de enfrente tenga datos, hechos o ambos, ellos y su título, es que tienen tal cosa, guardan la llama del conocimiento caiga quién caiga (curioso que suela ser la propia llama la primera en caer). Puede, querido lector, escribir aquí el conocido ejemplo que (dis)guste, yo me decantaré por aquello que me toca, los blogueros, y más concretamente, los videolúdicos.
Normalmente este tipo de “expertos” suele hacer artículos/entradas/post/… extensos, lo de lo bueno si breve, dos veces bueno, o no lo entendieron (es posible, tener, sí que lo tienen, un título no implica necesariamente una inteligencia privilegiada) o no lo oyeron (también posible, sólo suelen prestarse oído a sus propias palabras, salvo que alimente su ciclópeo ego), que van precedidos por un Nick a cada cuál más original (el resultado pasa más cerca del término ridículo), un nombre si es en una revista (es de las pocas veces que agradeces el santoral y el socorrido “Juan”. No quiero imaginar qué nombre le habrían puesto estos a los ‘no identificados’, ¿María Huana? ¿Tomás Turbado? Esperad, ya lo tengo, Obi-Wan Kenoviónadie, y como no es un nombre fácil de identificar, vale para ambos sexos ¡unisex! ¡Viva la igualdad!) y/o, en el peor de los casos, una foto (peor porque no entendieron que la combinación entre pose a los James Bond con la pinta de acosador y la camisa del Half-life 2, unido al Nick de antes… lo más grave es que se creen que están geniales. Para las fotos de la redada de la Policía, si, pero no creo que fuera ese su objetivo). Pero la frustración no acaba más que de empezar (¿El final de Perdidos? Eso es para novatos, -risa malvada de esas que empiezan por “Muaja”-). Estos escritos suelen ir precedidos de una frase cebo, lo que en cualquier buen artículo se denominaría “título” pero que no pueden ser llamados así, porque, a diferencia de estos, lejos de reflejar el espíritu de lo que se va a leer, no dicen absolutamente nada (¡Bravo!, dijimos antes que título y de periodista ¿no?...). En cambio sí dice mucho de su estado de ánimo al sentarse a teclear. Si uno tiene algo de costumbre puede identificarlos por esto, veamos unos ejemplos (y como me gusta, con retrospectiva, que no es la habilidad de los espíritus de Kamigawa, sino echar la vista atrás para ver las cosas con la cierta distancia que sólo otorga el tiempo pasado):
*Los videojuegos de antes: Nostálgico, seguro que a medida que avanza se va cabreando porque no consigue derrotar al jefe final del BloodBorne ¿No te gustan los juegos antiguos? Pues eran difíciles como ellos solos, pero no lo quieren todo ¿eh? Nada más que lo que les gustaba (Que malos los de Sinclair Research, mira que no seguir produciendo juegos para Spectrum).
*Resistance y su multijugador: ¡Uf! Este lleva un “Mou”squeo peor que el aludido el día del ‘¿Por qué?’ Seguro que no le ha acertado ni a su compañero de equipo. No pasa nada, hay niveles para abuelos-canguro en casi todos los juegos ¡Ánimo!
*No somos tontos: Aquí hay dos lecturas. O bien es humorístico, o bien es “soy el más guay del parque”. En este caso es la segunda. Aún recuerdo lo que me reí de este artículo, nombre con foto de esas maltraídas, un cabreo como Anakin el día que lo filetean y un argumento histriónico. Tiré unos minutos de mi vida (porque como todos, coincide en poner un título inútil para obligarte a leerlos), pero me sirvió para adquirir conciencia de un hecho. Su opinión es ley (Claro, ¿Cómo habré olvidado el “Rex, Lex”?) y si la mía no coincide debo apresurarme a cambiarla so pena de ir en contra de su argumento de autoridad. ¿Cuál? Pues no es citar filósofos griegos, es algo más arcaico, es haber jugado con los dinosaurios consoleros, aparatos  que sólo conocemos cuatro mil cuatrocientos contados (los más frikis de este mundillo) y jugado aún menos. En otras palabras, como el tipo ha matado marcianitos en una sala de recreativos o metido fontaneros por tuberías gruesas (¡Vaya! Dicho así, puede que tenga una mente enferma, pero tiene toda la pinta de ser el argumento de una película porno) en NES ya puede decir lo que le venga en gana siendo además cierto, o cuanto menos usufructuario del principio de veracidad.
La mayoría de las veces dicen sinsentidos y tonterías que sólo ellos piensan… bueno, no es cierto del todo, en ocasiones ven muertos, o sea grupúsculos, perdón, pequeños foros, que lo apoyan. Casi siempre ejercen algún cargo en dicho foro, puesto que le han dado por puro nepotismo, lo han visto en la revista (aunque no la lea ni el Quijote en un día aburrido), si es que publica en una, y han pensado que es famoso e incluirlo en su foro hará que suba su número de visitantes, y si, sube tanto como el número de contratos indefinidos según los sindicatos… En medio del maremágnum de memeces van haciendo cargas frontales que en nada deben envidiar a los berserkers vikingos, dejando títere sin cabeza y pobre del que se revele contra la escabechina porque no será él quien se encargue, no, él ya ha dejado el cadáver para los buitres, o sea sus acólitos (más fanáticos que los sith), que se encargarán de rematar al zombie antes que extienda el virus T, la plaga del descreimiento que puede provocar que su particular dios Kira pierda su Death Note, esto es, su columna o blog donde dicta sus juicios de valor y con ello la popularidad ¡y de retruque la de estos palmeros! ¡Que espanto! Nada da tanto prestigio como ser palmero de Cleopatra, obvio.

Más allá del tono jocoso y sarcástico (también hiriente, lo reconozco) de este comentario (que dicho sea de paso, tiene algunos de los defectos denunciados, ser largo cual día sin pan o totalitario, espero haber hecho un buen reflejo de lo que hablo para que el que lea esto pueda apreciar bien el reflejo de sus actos) me gustaría recalar en aquello que subyace en todo esto y es la profunda vanidad que ha de tenerse para escribir así ¿Qué hace mejor a unos que a otros? ¿Es de verdad tener más años que otro suficiente motivo para emitir opiniones que van mucho más allá de la libertad de expresión para tornarse ley? Antiguamente el anciano era sabio y nadie lo discutía, nadie lo discutía porque demostraba esa sabiduría no creyéndose un generador de opinión sino un útil consejero, cierto es que esto hacía que la juventud fuera poco menos que ignorada en el decisorio, cosa tan mala como la exacerbada exaltación de lo contrario que rige nuestros días, dentro de lo cual también parece, a la luz de los hechos expuestos, genera unas distinciones por razón de edad y aunque los años pueden dar cierto bagaje, no es ni mucho menos suficiente para arrogarse infalibilidad , tampoco para atacar como atacan, pues todo el mundo puede atacar (como he hecho yo o peor), la cuestión es que esa es la mejor forma de no llegar a nada. Lo que más me atormenta, me inquieta, me perturba no es el horóscopo, sino lo fácil que se cae en el ataque en vez de la opinión civilizada, peor aún cuando se emplea terminología excluyente (No todo el mundo tiene porqué saber qué es cada cosa, que Kamigawa es una de las ediciones de un juego de cartas, que Bloodborne es un videojuego de rol complicadísimo, que Sinclair Research era una compañía de consolas como hoy Sony, que existió una consola llamada Súper Nintendo, que Resistance es otro videojuego, en este caso de disparos, que el Virus T es el patógeno de una película llamada Resident Evil, o que Death Note es un manga sobre un chico con un cuaderno mortal) para creerse superior. Cualquier opinión merece ser escuchada y respetarse al tiempo que respete ella a los demás. Por lo menos así lo veo yo, querido lector, pero ¿y tú? ¿Tú qué piensas? ¿Tú qué crees? (Psss, recuerda que si no dices "si" mis súbditos te machacaran. Muaja, ja, ja, ja, ja, ja, ja…).
La Soberbia es el pecado más grande y ridículo. Josemaría Escrivá de Balaguer

viernes, 19 de agosto de 2016

Concursos

Es mejor escribir para uno mismo y no encontrar público que escribir para el público y no encontrarse a si mismo. Cyril Connolly
He participado hace poco en un certámen literario (por eso he tenido un poco abandonado estas dos semanas mi rincón del pensar) y eso me ha hecho reflexionar sobre ellos.
No, antes de nada, que nadie descorché el champán, que me he apuntado en el último momento con eso que los escritores llaman 'obras de cajón' (o sea, algo que ya tenías escrito de antes que reinara Genghis Khan) porque no me daba tiempo a escribir algo ex profeso para el concurso, sin embargo, al verlo no pude contenerme las ganas de participar. Claro, así voy: con zombies a... un concurso de cuentos, peeero mis "geniales" ideas no son lo importante aquí, el tema son los concursos en sí.
El caso es que pensaba yo en estos (podía haberlo hecho antes de darle al botoncito de "enviar" y ahorrarme el mandar un relato corto a un certamen de cuentos... el español recuerda bien, pero tarde ¡ains!) y me daba cuenta que que todos comparten similitudes, más grandes o pequeños, más glamuroso o menos, todos son obra de la misma mente (que desgracia que lo haga) pensante. Unos ejemplos:
*La participación: No falla, el último celebrado siempre registra mejor dato que el anterior y ese anterior ya batió récords ¿Qué récords? Dan ganas de preguntar, porque si la referencia es el Egipto VS Arabia Saudí de voley playa femenino...  No, supongo que que se refiere al propio certamen, lo otro sería demasiado, me da a mi. Da igual que sea un Miss camiseta mojada playero de Galicia en que lo hayan pasado a de agosto a pleno enero por alguna normativa recién creada. No importa. Récord de asistencia. Será cosa de la superpoblación porque si no, no entiendo... En su defecto, si va por la primera o segunda edición, la cosa cambia por algo así como, novedosa estructura que facilita la participación (o la restringe, según lo elitista que quieran hacerlo los organizadores para auto-engolarse aún más) y las oportunidades para obtener el trofeo. Un concurso que será referencia en poco tiempo, por su calidad y formato (¿¡¿Pero qué formato si al final es lo mismo?!? ¿O no hay todo lo escrito aquí igualmente? No, ahora el jurado lleva gafas de pasta y ejerce malos tratos psicológicos sobre los concursantes. OMG! ¡Máxima audiencia!)
*El jurado: Siempre son gente súperatareada que ha hecho un hueco en su apretadísima agenda (más o menos, entre la partidita de bridge con sus amigos de residencia y el café filosófico del centro cultural) para poder estar allí, como favor a tan prestigioso certamen (del dinero y las dietas nadie habla...). Esto es así porque los méritos de cada uno forman una lista más larga que la de los reyes godos y, si no han incluído las medallas de chocolate que compraban al salir de clase, seguro que aparece por ahí el premio de consolación que le hizo el abuelo por perder el campeonato de ajedrez aquel ('Al mejor nieto del mundo' decía, aunque en verdad fuera por variar y hacerlo caso unos días en vez de pedirle caramelos sin parar).
*La repercusión: Ya lo adelantaba en el punto del jurado, el prestigio de semejante galardón es inenarrable. Ni los Juegos Olímpicos generan tanta expectación, el mundo prácticamente se detiene presa de la incertidumbre cuando se celebra y la gente se sabe los ganadores como la lista del papado (de Pedro a... a... si, hombre, el nuevo que es tan reformista, fíjense si es reformista que sólo habla español, el latín lo ha dejado descansar en paz, que para eso es una lengua muerta, ese mismo).
*Los participantes: Siempre más de los esperados, como decía antes, ponen un ambiente que es lo que a la postre da su popularidad al concurso. El famoso buen trato entre concursantes más falso que la moneda de 5 Euros (¡Ah, no! Espera, que los alemanes si que la han sacado... claro, les daba "cosica" que la calderilla fuera en billetes, lógico). Todo sonrisas forzadas como cuando te dan un diploma por participar, y puñaladas por la espalada que ya quisieran los políticos (¿House of Cards? Lo siento, no veo series infantiles, lo mío es un nivel para adultos).
*Los ganadores: Raza aparte de los concursantes que, además de lo expuesto, es arrogante sin necesidad, pero, por supuesto, no lo trasluce. De hecho, son los más humildes del mundo, todo halagos a familia, amigos y colaboradores (ríete de las curias pontificias) "sin las cuales no hubiera podido hacerlo, este premio también es vuestro". Pobre del que quede cuando los focos se apaguen, no va a poder entrar en el ascensor, ¿Qué digo? Como haya pocos ascensores no va a cogerlo directamente, el ego del ganador también necesita uno y sólo para él, no hay más espacio.
*El enchufado: Es como un sobrino favorecido de esa tía rica y medio loca tan cliché. Es un capullo que no ha hecho nada por sí mismo en la vida, y lo que hace es mediocre cuando no un bodrio, pero no importa, es la Octava Maravilla del mundo y a ver quién se atreve a cuestionarlo, que se queda de patitas en la calle más rápido que alguien muere en "Canción de Hielo y"... "Juego de Tronos", coj***. Por "Canción de Hielo y Fuego" sólo lo conocen el autor y la SGAE... para llevarse la pasta se entiende, después de ponerlo a bajar de un burro por sanguinario, sexual y explicito, claro. La cultura sólo es buena si tiene 100 años o más y no aparecen las palabras 'pene' o 'vagina', que si no es un escándalo y no sé si "el rey del pollo frito" tiene la edad (mental) para leer esta clase de contenidos...
*Las obras: Esto me lleva a, si el concurso trata de hacer algo, ese algo presentado tiene un nivel (¡que nivel!... me ahorraré la coletilla por mor del buen gusto), todos, hasta el último de ellos están a la altura de los mejores del sector, se lo han puesto taaan difícil al jurado para elegir un ganador... Menos mal que estaba el enchufado para arreglar la encrucijada, salvo el más despistado (ese que se presentaba realmente sin saber "de qué va el paño"), todo el mundo sabía quien iba a ganar, la pugna era por el segundo puesto y sobre todo, congraciarse con los patrocinadores con la esperanza que el año siguiente sean ellos los escogidos, el enchufado. Ningún puesto es tan deseado, ni la presidencia de los E.E.U.U. o la dirección de Google, nada es tan codiciado.
Podría seguir, pero ¿Para qué? creo que todo el mundo ya sabe de qué hablo, todos en algún momento hemos participado en uno de estos y sabemos que pasa en ellos. Lo que me hace preguntarme es porqué seguimos permitiendo estas cosas, ¿Por qué no las cambiamos? ¿Por qué no nos plantamos? Peor aún ¿Por qué lo aceptamos como normal cuando no lo es o, por lo menos si es normal, no está bien? Quizá este siendo cínico, a fin de cuentas yo también participo en algún concurso (y hasta espero ganar, manda narices). Supongo que este debe ser un esfuerzo coordinado y no carente de algún sacrificio que no siempre estamos dispuestos a hacer. Sin embargo, si fuera posible, si pudiéramos, muchos, hacer algo diferente, un concurso que no peque de estas banalidades, yo estaría dispuesto a unirme y luchar hasta el final. No es poco aunque lo parezca, detrás se oculta una violación de derechos que en cualquier otro ámbito de la vida nos haría alzar la voz e indignarnos. Igualdad de oportunidades, nepotismo, ineptitud...
Más vale ser vencidos diciendo la verdad que triunfar con la mentira. Mahatma Gandhi

viernes, 12 de agosto de 2016

Máxima Violentacón

La bondad es el principio del tacto, y el respeto por los otros es la primera condición para saber vivir. Henry F. Amiel

Llamada comúnmente violación, es el desprecio definitivo, la forma más brutal y salvaje de egoísmo, uno tal que no conoce límites para autosatisfacerse. Ignora la elemental frontera de sus derechos que acaban donde empiezan los derechos de los demás porque los demás no le importan tanto (nada) como sí mismo. Es increíble la falta de humanidad necesaria para cometer un acto semejante. La carencia de conciencia patente para marcar de esa manera a alguien, porque es una de esas cosas que suceden en la vida de una persona que no olvida pasen los años que pasen, no por el acto en sí, que también, sino por la impotencia que hace sentir y después la frustración que deja, las dudas (¿Por qué me pasa esto? ¿Habrá sido mi culpa? ¿Que hice mal?), el miedo...
No entiendo que pasa por la cabeza de un hombre (dicen que también hay mujeres y, aunque se me hace difícil, igual que los griegos tenían un templo al dios desconocido, yo no le voy a faltar al respeto a la víctima, para mi, desconocida por serlo. Por eso escribo está breve línea, porque aunque me refiero a hombres, vale para cualquiera capaz de esta aberración) para humillar a alguien de modo tan vil. Y ya no hablo de la enésima potencia de este suceso, la violación colectiva. En un arranque de mezquindad puedo entender que el enfermizo cerebro reptiliano de alguien vea a una chica y piense en forzarla. El súperego alcanza a controlar en tanto la ética es capaz de juzgar y, siguiendo el razonamiento antes mentado, su egoísmo ciega el correcto funcionamiento del súperego, pero ¿¡¿El de varias personas a la vez?!? ¿cómo puede nadie ponerse a violar a alguien y que ninguno, ¡ninguno!, de sus amigos lo detenga al grito de '¿has perdido el juicio?' o algo peor?
Por lo visto en la última agresión en Pamplona, no.
Cinco hombres, entre los que se encuentra un Guardia Civil, ¡Un policía! quienes juraron proteger y servir, defendernos precisamente de quienes comenten estas tropelías, violan a una chica de 18 años entre vítores y jaleos ¡Hasta, el acabose ya, pidiendo turno! Como si fuera la cola del mercado... Me imagino la situación y no comprendo su desarrollo, cuál historia disparatada, pero carente de todo humor.
Un grupo de amigos va caminando por un lugar, el que sea, pero al caso una celebración multitudinaria, se encuentran, vislumbran, entre la gente una muchacha (pequeña, mayor; joven, no joven; guapa, fea; arreglada, sin arreglar;... me da igual, aunque parece que cuanto más joven, como en una última pirueta del ventajismo, cuanto menos experiencia para ponerse a cubierto mejor, no vaya a ser que devuelva el golpe, claro que no se puede esperar otra cosa de un cobarde, en grupo o en solitario, esta es su regla básica, aprovecharse del débil), una chica que espera confiada, como tiene, o tendría que ser, a un amigo, familiar, novio... es atacada. Uno de los integrantes de esa manada de bestias carentes de ética la ha visto y pensado "la violaba" y no se sabe cómo ha sido capaz de verbalizarlo en lugar de encerrarlo en el cajón de lo obscuro, bajo el manto de la vergüenza. No sólo eso, sus compinches, lejos de horrorizarse, asienten y apoyan esta locura, locura de las malas, de las que si se consuma no aportan nada luminoso ni positivo, sólo la satisfacción de estos monstruos. Y cometida la villanía, ese atropello descarnado a la dignidad de una persona, se van dejando el cadáver de la felicidad de esa chica cuyo único error fue cruzarse con quién no debía. La lotería de lo macabro que jugó sin saber bien cuando compró el boleto, el boleto "ganador", malditas sean algunas victorias y suertes.
Al final, si consigue sacar fuerza de flaqueza los denunciará y puede (recalco, puede, más por trabajar donde trabajan algunos de estos individuos y han aprendido todas las artimañas) que sean condenados a la mitad o menos de años que ella irá a un psicólogo que costará mucho más que la indemnización que deban pagar. Pero no voy a cargar contra el sistema legislativo que grava de modo más contundente la corrupción aún cuando está no entraña la misma violencia y trastornos psicológicos. En España impera el buenísmo y no se aceptan realidades crueles o desagradables, no es políticamente correcto decir (y a este paso ni pensar) que hay personas que NO son buenas, que son malas, m-a-l-a-s, malas. Es tan absurdo tomar el todo por la parte y creer que por haber malas personas, la humanidad es mala como no aceptar que hay manzanas podridas y, o se identifican y sacan del cesto, o al final si que acabará usandose la negación que antes era por ceguera como necesidad pues entonces ya será tarde y admitir uno equivaldrá a admitir todas.
A ver entiendo al sistema, igual que hay que admitir que hay malas personas también hay que distinguir quién ha hecho algo puntual y deleznable y quién es sistemático, entiendo que se quiera pensar que hay solución para los primeros, que no son malos "per-se", mas no entiendo que el sistema no esté estructurado para aceptar a los segundos si es un hecho su existencia.
Sea como fuere, lo que sí que no logro entender bajo ninguna circunstancia es ¿Por qué parece que, al funcionar con ese maldito buenísmo, la víctima es, como mínimo en parte, culpable? como si hubiese provocado la situación. Eso si que es deprimente, cambiar los roles y victimizar a los culpables y viceversa en un juego de los sinsentidos siniestro que no sé de dónde sale ni cuando, pero con el que, no obstante, si sé que hay que acabar cuanto antes. Me da igual si esto queda bien, mal o regular, pero cuando oigo hablar de violación no puedo evitar que me hierva la sangre, tanta evolución para que se trate a la gente como cuando la tecnología punta era el sílex.
Que quede claro hay seres malvados, existen, sin embargo, no todos somos así y si tú, amada lectora, has sido víctima de esta crueldad, no pierdas la fe en tus congéneres ni la esperanza en la comprensión de tu dolor. Tienes el apoyo de todos los que no somos como esos energúmenos (o energúmenas), sólo sentimos no haber estado allí para evitarlo mas si que estaremos para ayudarte a superarlo, estés donde estés, seas quién seas, no estás sola.
Estamos contigo.

Vivimos en una sociedad donde se le enseña a la mujer a tener cuidado de no ser violada en vez de enseñarle al hombre a no violar.