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Un gran error es arruinar el presente, recordando un pasado que no tiene futuro. - Anónimo |
Hola, querido lector. Puede que el tema que trate hoy te
resulte chocante, puede que no estés de acuerdo conmigo, puede que te escandalice,
incluso puede que te parezca aberrante... sea como sea, siempre es interesante
invitar a la reflexión. Que no es otra que las cadenas que
nos aprisionan en los convencionalismos culturales dentro de los que vivimos.
Ahora que estás prevenido voy al núcleo
del tema: la idea que ha tenido una mujer para vivir (o sobrevivir) durante la
siempre difícil etapa universitaria. Ni más ni menos que dedicarse a un tipo
light, pero mucho más expuesto al público, de la
prostitución, el porno.
Si, viendo un programa de sucesos de una conocida cadena
televisiva, me encontré con una entrevista telefónica
a una joven que se dedicaba a una versión moderna del porno.
Reconoceré que estaba haciendo otras cosas a la
vez y no pude enterarme del todo bien, pero al parecer esta chica, que respondía
al nombre de Lucía, hacía unas sesiones de webcam pornográficas.
No sé si también trabajaba en algo más
estilo películas, cortos, etc, o sólo se dedicaba a esto, pero sí
me enteré que es capaz de cumplir con el trabajo que le encomiendan
alrededor de 3-4 clientes ¡al día! Muchas empresas querrían
trabajadores tan eficientes para sí, sin duda alguna.
A lo mejor me equivoco, quizá no sea tanto, pero sea mucho o poco, le
da suficiente para obtener el motivo, ya insinuado antes, por el que lo hace,
este es, pagarse la universidad.
Obviamente, en el programa a través del que me
entero, una vez cortada la conexión marconiana, no la dejaron en muy buen
lugar. Y sinceramente, no lo entiendo. Esta mujer no sólo era a mi
sincero juicio atractiva, también era inteligente, parecía
simpática, agradable en el trato, con un vocabulario acorde y
centrada en su meta de obtener el título y un futuro puesto de trabajo
relacionado con la abogacía.
No sólo eso, incluso llegó
a mostrar compromiso social: Cuando le preguntaron por la tributación
respondió que, aunque normalmente arrojaba un saldo favorable (lo que
normalmente se suele decir por "salir a devolver"), como en el
ejercicio fiscal pasado, no lo reclamaba porque ella ya vivía
bien y su necesidad, costearse la educación más cara, ya lo cubría.
Si una persona me cuenta esto en una conversación,
a mi ya me habría suscitado interés (y con las conversaciones
intrascendentes que suelo mantener, esto es mucho decir), es admirable tanto la
brillantez del método (creo que elige sus clientes y no hay contacto personal,
es decir, no es prostituta, o por lo menos ya no... perdón por no haber
podido captar todos los detalles, traté de enterarme lo máximo
posible mientras atendía a otros quehaceres) como, sobre todo,
su valentía.
En el mundo actual en el que la represión
sexual femenina sigue existiendo, nos guste admitirlo o no, conocer el caso de
una joven que se atreve a dar la cara y contar su caso, sin tapujos y con
normalidad (con lo difícil que es hablar de sexo públicamente
en un tono sensato); ver su arrojo por conseguir su sueño de
convertirse en abogada (o jueza, o lo que quiera, porque con esa voluntad puede
llegar a lo que aspire)... me pareció admirable.
Todos hemos oído que hay jóvenes que se dedican
a una rama u otra de la gargantuesca industria del sexo para salir adelante, en
especial estudiantes, pero ponerle rostro, poner una cara que haga de
paradigma, me ha acercado el asunto.
Quizás esa admiración por las
ganas que le ha puesto en lugar de permanecer indolente, quejandose porque sus
padres no se lo puedan costear, como a otros, se vió acentuado
por, como digo, los comentarios que siguieron a la entrevista. No negaré
que soy presa fácil para ese truco psicológico de colocar a alguien en una mala
situación para ganar defensores, posicionarme con el más
débil
por el simple hecho de proteger a quién se está linchando (verbal o físicamente)
es algo que hago inconscientemente.
Es que me sorprendió sinceramente que se la atacara. Vale,
sabía que en una sociedad como esta se la iba a juzgar, pero, en
serio, no sacar nada bueno de su lucha por sí misma me pareció muy injusto.
Y ello me ha llevado a escribir esta reflexión.
Y no voy a caer en la trampa de pensar que una chica guapa
tiene fácil acceso a ingresos suficientes para permitirse una carrera,
en especial en una industria (tan deshumanizada, que no se olvide) como el
porno, porque eso es directamente mentira, más bien todo lo contrario. Sin embargo el
auténtico problema no es ese sino el que viene después,
y es que cuando consiga la toga será juzgada, y con dureza añadiría,
por toda la gente que ha visto el programa o que la conoce del trabajo, lo que
será, me temo, un lastre para acceder al bufete (si es que va a
abogada y no a fiscal o jueza) que desee.
No podemos olvidar que nuestro pasado nos persigue y, aunque
quiera dejar atrás esta etapa de su vida, no podrá, y cada vez que tenga una vista los
abogados de la otra parte o el fiscal siempre tratarán de
desprestigiarla mediante este trabajo previo.
Sin embargo, y esto es a lo que quiero llegar ¿Es
justa esta crítica, este desprecio (ójala me equivoque, por Lucía
y todas las que luchan como ella, que se lo merecen) a una persona que, en vez
de dejar que se lo regalen o buscar otro futuro más sencillo, ha luchado de la manera que
ha podido por perseguir su sueño?
Ella comentó que estuvo trabajando de camarera, por
lo que no es cuestión de usar su físico en una
solución fácil, es que no sólo la pagaban
menos sino que además tenía menos tiempo para estudiar, que es,
como debe ser, en lo que está volcada (y todos los que han trabajado
alguna vez de camareros saben la cantidad de horas y fatiga que genera esa
profesión).
Encima lo hace sabiendo el juicio social al que se expone
cualquier actor porno, en especial las mujeres, y aún así
no parece importarla ¡Guau! Y tiene razón, si no se
hace daño a nadie, cualquier método es bueno para lograr las
aspiraciones de uno. Por lo que, una vez más "olé". Olé tú y olé todas las que luchan como tú.
Está claro que yo estoy posicionado, no lo
puedo (ni quiero) negar ¿Pero no es eso, la persecución
de sus metas sin importar las dificultades, algo admirable? Tener o no una
carrera universitaria es muy importante para lograr según que puestos
de trabajo, hoy más que nunca, entonces ¿Por qué la desprecian?
No sólo para el trabajo, como persona misma
la "ningunearán". Por todos es sabido que los
actores porno raramente tienen, por ejemplo, parejas que no pertenezcan al
mundillo, pues sólo ellos, que están dentro igualmente, entienden y ven más
allá, ven a la persona tras el papel.
Olvidemos los tópicos del patriarcado y demás.
Lo que me parece que molesta es ver a alguien que rompe con las normas ¡Y
gracias a eso puede lograr cosas que el resto ni se plantearían!
Como estudiar un grado aún cuando tu familia no se lo puede
permitir.
Por eso, Lucía, y todas la que desafían
a lo establecido, quiero transmitiros mi más sentida enhorabuena, porque vosotras
rompéis reglas no escritas en pos de un futuro mejor, y sin
hacer daño a nadie, que ya es más de lo que pueden decir otros.
Determinada , fuerte, lista, con voluntad ¡Y
encima guapa! Dime, querido lector, si desconociendolo todo salvo estas
cualidades, no querrías que fuera tu abogada. Entonces ¿Qué
importa cómo ha llegado hasta la sala? ¿Lo que importa es que haga bien su
trabajo, no?
Como siempre, cualquier comentario es bienvenido y seguro
todos los habitantes del bosque disfrutaremos intercambiando nuestros
pareceres, así que, por favor, no dudes en escribir tu propia reflexión
personal con la que enriquecer esta diatriba.
Nos vemos, sólo sigue el sendero boscoso.
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No vivas dando tantas explicaciones. Tus amigos no las necesitan, tus enemigos no las creen y los estúpidos no las entienden. - Oscar Wilde |
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